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Donaciones

Cómo ahorrar tiempo y energía en tu proyecto social (y evitar el «sesgo del martillo»)

By Donaciones, Responsabilidad Social Empresarial, Voluntariado, Voluntariado Corporativo

Imaginemos esto: tenés una herramienta social innovadora, algo que, según tu análisis, puede mejorar la calidad de vida de muchas personas. Estás convencido de su potencial. Pero cuando intentás implementarla, la respuesta de la comunidad es tibia o inexistente. ¿Qué pasó?

Muchas organizaciones enfrentan este problema porque diseñan proyectos desde su perspectiva, sin asegurarse de que realmente responden a las prioridades de la comunidad. Acá es donde aparece el sesgo del martillo.

¿Qué es el sesgo del martillo y cómo evitarlo?


El dicho popular dice: «Si lo único que tenés es un martillo, todo te va a parecer un clavo». Este sesgo nos hace creer que nuestra solución es universal y aplicable a cualquier contexto, cuando en realidad no todos los problemas son «clavos» para nuestro «martillo».

Esto no significa que tengamos que dejar de usar nuestra herramienta o que debamos transformarnos en otra cosa para ser útiles. El desafío no es cambiar de herramienta, sino encontrar los clavos adecuados: aquellas poblaciones que realmente valoren nuestra propuesta, la vean viable y no corran riesgos al participar.

Si nuestro proyecto no encaja con una comunidad, la solución no es forzarlo, sino buscar la población adecuada.

Las dos formas de acercarte a los problemas sociales

Existen dos caminos para abordar una problemática social:

🙎‍♀️🙎 A través de la población

Primero identificás una comunidad con una necesidad específica.
Luego estudiás qué herramientas pueden ayudarla a resolver su problema.
Buscás la manera de conseguirlas y adaptarlas.

🔧 A través de la herramienta

Ya tenés una metodología, programa o solución desarrollada.
Tu tarea no es elegir una población al azar, sino buscar y encontrar quién realmente necesita y puede aprovechar esa herramienta.
Si ya diseñaste un proyecto, la población no se elige, se encuentra. Y para eso, hay cuatro pasos fundamentales.

Los 4 pasos para garantizar impacto real

1️⃣ Definir la población y conocerla a fondo

No alcanza con identificar un problema y diseñar una solución. Primero, es fundamental comprender a la población a la que queremos ayudar en su totalidad:

  • ¿Cómo es su día a día?
  • ¿Cuáles son sus principales desafíos?
  • ¿Qué valoran?
  • ¿Tienen experiencias previas con iniciativas similares?

Solo después de entender a la comunidad desde su propia realidad, podemos evaluar si la herramienta que diseñamos realmente les resulta útil y relevante.

2️⃣ Validar que estamos atacando un problema prioritario

No todos los problemas tienen la misma importancia para todas las personas. Quizás nuestra solución apunta a mejorar un aspecto de su vida, pero hay otras dificultades más urgentes para ellos. Y vuelvo a repetir, «para ellos», porque la percepción del otro es lo que importa.

Por ejemplo, si diseñamos un programa de educación financiera para una comunidad en situación de vulnerabilidad, pero su mayor preocupación es el acceso a la alimentación diaria, es probable que nuestra iniciativa no genere el impacto esperado.

Antes de avanzar, hay que asegurarnos de que el problema que queremos resolver realmente es una prioridad para la comunidad y que nuestro proyecto les resulta relevante. En el mejor de los casos, la comunidad debería poder vendernos la idea a nosotros.

3️⃣ Evaluar el alcance real de nuestra solución

Es clave preguntarnos:

  • ¿Nuestra herramienta resuelve el problema por completo o solo una parte?
  • ¿Es necesario que haya otros actores involucrados para lograr un cambio real?
  • ¿Existen factores externos que puedan limitar el impacto de nuestra solución?

Si nuestra iniciativa solo aborda una parte del problema, es importante reconocerlo y pensar en alianzas estratégicas con otras organizaciones o actores que puedan complementar el trabajo.

4️⃣ Conseguir el pedido genuino de la comunidad

Un proyecto no es exitoso solo porque creemos en él, sino porque las personas que van a beneficiarse también creen en él.

Para garantizar que nuestra iniciativa tenga impacto, debemos asegurarnos de que la comunidad realmente la necesita y la quiere. Esto significa:

  • Involucrarlos en el diseño del proyecto
  • Escuchar sus opiniones y preocupaciones
  • Ajustar la propuesta en función de su feedback

Si no logramos un pedido genuino de la comunidad, corremos el riesgo de forzar una solución que no será utilizada o valorada.

Evitemos perder tiempo en proyectos sin impacto

Muchos proyectos sociales fracasan porque no se detuvieron a validar estos pasos. Se enfocaron en la solución sin asegurarse de que realmente había una demanda. Y en el mundo del impacto social, esto es un lujo que no podemos permitirnos.

Si ya tenés un proyecto o herramienta lista para usar, no intentes encajarla a la fuerza en cualquier comunidad. Buscá a quienes realmente la necesitan y asegurate de que resuelve un problema que les importa. Ahorrarás tiempo, recursos y, lo más importante, garantizarás que tu esfuerzo genere un cambio real en quienes más lo necesitan.

💬 ¿Te ha pasado de trabajar en un proyecto que luego no tuvo el impacto esperado? Contanos en los comentarios y conversemos sobre cómo mejorar nuestras iniciativas sociales.

Escrito por: Guillermo Fork

Nota: Después de evaluar diversos proyectos sociales y dialogar con numerosos colegas, puedo afirmar que este enfoque siempre es relevante. Analizar nuestros proyectos desde esta perspectiva solo puede aumentar nuestro entusiasmo y energía para lograr un impacto positivo en la sociedad.

Uniendo Fuerzas por la Educación: La Alianza de Involucrate con Mimochi 2024

By Donaciones

La educación es el faro que ilumina el camino de nuestras niñas y niños hacia un futuro prometedor. En Involucrate, creemos firmemente en el poder transformador de la solidaridad, y es con esta convicción que nos enorgullecemos de anunciar nuestra alianza con Mimochi para el año 2024.

Mimochi, con una trayectoria impresionante de siete años, ha tocado la vida de miles, entregando más de 19.400 mochilas a niños en edad escolar por todo Uruguay. Estas mochilas no son simples recipientes de libros y útiles; son mensajeros de esperanza, cargados de amor y cuidado, asegurando que cada niño tenga las herramientas necesarias para prosperar en el ámbito académico.

La Campaña Mimochi en Números

  • 7 años de esfuerzo continuo y crecimiento exponencial.
  • Más de 19.400 mochilas entregadas a lo largo y ancho del país.
  • Cientos de voluntarios movilizados por un propósito común.

Propósito en 2024

Habiendo lanzado nuestra campaña hace algunos días, nos abruma la cantidad de instituciones que ya se han inscrito para recibir apoyo. Esta respuesta refuerza nuestra misión: garantizar que cada niño en Uruguay inicie el año escolar no solo con una mochila, sino con una señal de que la comunidad cree en su potencial.

Cómo Logramos Nuestro Objetivo

Con la colaboración de individuos, familias, y el sector empresarial, las donaciones se transforman en actos de solidaridad tangibles. Este año, la logística de Mimochi se fortalece con dos ejes principales:

  • Donaciones empresariales: Conectamos directamente a las empresas con las instituciones para facilitar la entrega de mochilas, ya sea completas o con los materiales necesarios para su armado.
  • Aportes individuales y familiares: Cada mochila, preparada con esmero y cuidado, refleja el compromiso personal con nuestra juventud.

Involucrate y Un Granito de Arena: Nuevos Organizadores en el Horizonte

Este 2024, Involucrate y Un Granito de Arena se suman con entusiasmo como organizadores, llevando el proyecto a nuevas alturas. Juntos, multiplicaremos los «mimos» y «mochis» para abrazar a aún más niños con el calor de nuestra comunidad.

El Compromiso de Involucrate

Nos unimos a Mimochi con un espíritu renovado y una promesa de continuar construyendo una sociedad más justa y empática. Esperamos con ansias confirmar su apoyo para avanzar con los detalles logísticos y hacer de este año un hito en la historia de Mimochi e Involucrate.

Un Llamado a la Acción

Invitamos a cada empresa, cada familia, cada individuo con el corazón dispuesto a dar, a unirse a esta causa. Hay innumerables maneras de colaborar, y cada mochila, cada útil, cada libro cuenta. Este año, hagamos que la solidaridad sea la lección más poderosa que nuestros niños puedan aprender. Si querés participar de esta campaña, escribinos!